domingo, 27 de diciembre de 2009

Todo se reduce al amor al prójimo por Karla Ricardez Cancino Comentarios al Libro: El Liderazgo del Profesor Universitario de Gustavo Velázquez M.

Una vez entendida nuestra posición como líderes, comprendemos que el liderazgo implica una forma especial de poder, como bien señala el autor, un trabajo completo y exhaustivo que se manifiesta y se expresa al lograr el desarrollo personal de cada uno de nuestros estudiantes. Si bien es cierto que la docencia en los niveles básicos es de suma importancia porque es la base sobre la cual seguiremos trabajando los docentes en grados superiores, también es cierto que los profesores universitarios tenemos tareas y responsabilidades mayores, y no solo hablamos de proporcionar los conocimientos teóricos necesarios, lo cual requiere una preparación constante de actualización, capacitación y especialización de nuestra parte, no solo en la rama del saber que dominamos, hablamos también del dominio de las técnicas y estrategias de la didáctica, lo que nos permitirá no solo poseer los conocimientos, sino también como transmitirlos. Debemos desarrollar de igual manera la habilidad humanística, lo cual nos llevará a establecer lazos afectivos importantes, sabremos entonces motivar a nuestros alumnos, orientarlos, dirigirlos, hablamos de un proceso de enseñanza- aprendizaje en el cual se ejerce un liderazgo adecuado.
Formamos profesionistas, pero no debemos olvidar que lo somos, somos profesionales esto nos obliga a conocer nuestras responsabilidades, derechos, conocer la Institución para la cual trabajamos, su misión, sus valores, sus fines, los programas de estudio, nuestra materia y como se relacionan con otras y encaminar nuestro trabajo en la misma dirección. Todo esto es un trabajo de enriquecimiento personal, que nos ayuda a crecer y a potencializar nuestras habilidades entonces de esta manera seremos capaces de desarrollar habilidades en los estudiantes y potencializarlas en el mayor grado posible. Debemos promover el trabajo de buena voluntad, a través de la inspiración y la motivación. Puede sonar sencillo, pero es una labor completamente altruista, basada en el amor al prójimo, es dar para que los demás crezcan.
El profesor universitario como figura central a quien los estudiantes se adhieren emocionalmente y del que esperan adquirir conocimientos, posee cierto tipo de poder, que adquiere cierto matiz dependiendo de la situación y el entorno, el primero es el poder de autoridad, que nos confiere la Institución y que reconocen los estudiantes, debe ser legítimo, puede ser cuestionado si no sabemos ganárnoslo y lo haremos solo a través de cultivar la estima y el respeto recíproco, es decir tratar a los alumnos como personas, como seres humanos y no abusar de esa autoridad que se nos confiere.

Otro tipo de poder no menos importante es el que nos otorga los conocimientos que poseemos y que inyecta confianza a los estudiantes así como el poder carismático que es el que nos permitirá inspirar, animar, estimular y conmover a los estudiantes para el cumplimiento de las tareas u objetivos marcados, también debemos ser capaces de recompensar a los alumnos cuando sea necesario, el poder del reconocimiento y la influencia que ejerce en los estudiantes es tan positivo pues reconocemos el esfuerzo, el talento, la dedicación en las tareas realizadas y los resultados pueden ser sorprendentes, también debemos de poseer la facultad de castigar cuando no se cumplen las obligaciones, la disciplina es tan importante y necesaria como el orden y la claridad, pero esa disciplina debe estar siempre presente en la figura del docente, predicar con el ejemplo es la base de nuestra enseñanza , no nos equivoquemos en la forma en la que percibimos el poder que tenemos, cumplir con todos nuestros deberes y obligaciones para con nuestros estudiantes es la clave de que el orden la organización, la justicia y la equidad nos rigen. Debemos hacer uso de estos poderes en la justa medida.
Aprendamos a conocernos, es importante saber como manejamos nuestra labor docente, que tipo de liderazgo ejercemos, ser objetivos y si nos descubrimos en un liderazgo de efectividad baja, trabajemos para llevarlo al nivel más alto y entender que cada grupo de alumnos con los que tenemos contacto es diferente, así como cada uno de los estudiantes que lo conforman, aprendamos también de ellos, seamos sensibles ante la gama de situaciones que se nos presenten, seamos capaces de percibir las diferencias, seamos efectivos. Si somos capaces de hacer un diagnóstico del entorno con el poder de la observación y si tenemos la habilidad y flexibilidad de adaptarnos al estilo del entorno entonces lograremos efectividad. Pero esa efectividad que tanto anhelamos en los profesores universitarios, esta ligado al método de enseñanza que desarrollamos, tenemos que planear, establecer objetivos claros, específicos y alcanzables, que requieran de esfuerzo, este trabajo de planeación implica trazar con anticipación el camino a seguir, establecer los canales de comunicación adecuados, delegar, motivar es decir ejecutar este plan para al final evaluar todo el proceso, corroborar que hubo aprendizaje significativo y crecimiento personal en nuestros estudiantes y por supuesto autoevaluar nuestra trabajo, para reinventarnos, para mejorar nuestros propios procesos. Si logramos despertar admiración total de nuestro trabajo en nuestros estudiantes, estaremos trascendiendo, habremos sembrado y realizado una excelente labor de transformar vidas.

sábado, 26 de diciembre de 2009

EMPATIA Y LIDERAZGO. ¿NECESARIAS PARA UN ARQUITECTO? Por Alejandra Ordoñez

EMPATIA Y LIDERAZGO. ¿NECESARIAS PARA UN ARQUITECTO?

RESUMEN
Como docente en la carrera de Arquitectura he observado la falta de empatía en los alumnos en el momento de proyectar un espacio, esto como respuesta a un acelerado ritmo de vida que la misma sociedad se ha impuesto, y la nueva filosofía de productividad que ha invadido a los seres humanos y los ha deshumanizado. Da como respuesta un Arquitecto falto de sensibilidad e inconsciente de que está creando algo para otro ser humano. Un Arquitecto debe de proveerse de empatía y Liderazgo para alcanzar el éxito en lo que realice.

PALABRAS CLAVES
Empatía, Arquitecto, Arquitectura, Liderazgo, Líder Arquitecto, Docencia y Arquitectura.
Autor: Arq. Alejandra Ordoñez Méndez. 2009

ARQUITECTURA Y ARQUITECTO
Podría empezar hablando de lo que considero ser Arquitecto y lo que es Arquitectura. Etimológicamente Arquitecturaproviene del griego αρχ» (arch), cuyo significado es «jefe\a, quien tiene el mando», y de «τεκτων»(tekton), es decir «constructor o carpintero». Así, para los antiguos griegos el arquitecto es el jefe o el director de la construcción y la arquitectura es la técnica o el arte de quien realiza el proyecto y dirige la construcción de los edificios y estructuras, ya que, para los antiguos griegos, la palabra «Τεχνη (techne)» significa saber hacer alguna cosa. De ella proceden las palabras "Técnica" y también "Tectónico" (Constructivo). En su sentido más amplio, William Morris dio la siguiente definición:
La arquitectura abarca la consideración de todo el ambiente físico que rodea la vida humana : no podemos sustraernos a ella mientras formemos parte de la civilización, porque la arquitectura es el conjunto de modificaciones y alteraciones introducidas en la superficie terrestre con objeto de satisfacer las necesidades humanas, exceptuando sólo el puro desierto.» (The Prospects of architecture in Civilization, conferencia pronunciada en la London Institution el 10 de marzo de 1881 y recopilada en el libro On Art and Socialism, Londres, 1947.) Le Corbusier (Vers une Architecture, 1923) "La arquitectura está más allá de los hechos utilitarios. La arquitectura es un hecho plástico. (...) La arquitectura es el juego sabio, correcto, magnífico de los volúmenes bajo la luz. (...) Su significado y su tarea no es sólo reflejar la construcción y absorber una función, si por función se entiende la de la utilidad pura y simple, la del confort y la elegancia práctica. La arquitectura es arte en su sentido más elevado, es orden matemático, es teoría pura, armonía completa gracias a la exacta proporción de todas las relaciones: ésta es la "función" de la arquitectura". Cada autor tiene un enfoque diferente, el cual pretende destacar desde una perspectiva muy personal, les diré algo, finalmente todos los autores tienen la razón . . . Arquitectura es TODO; eso y más. Para mi Arquitectura es el arte de proyectar espacios que hayan sido identificados que respondan a las necesidades de los usuarios de manera integral e innovadora, con el fin de lograr una relación armónica entre los usuarios.
Mas sin embargo no es motivo de éste ensayo reconocer las aportaciones de dichos autores para adoptarlos cambiándole el enfoque. En realidad solo es la base o punto de partida para tratar de entender y responder a la pregunta: ¿Qué se requiere para ser Arquitecto?, ¿Qué le es indispensable para hacer Arquitectura? Fuera de Implicaciones Tecnológicas, Artísticas y Científicas que implica la labor de hacer Arquitectura existe un factor que no debemos de olvidar, el factor Humano. La Arquitectura se hace para los humanos, por lo que se debe admirarla y respetarla. La Arquitectura conlleva carácter, sentido y estilo. No se trata solamente de levantar muros, porque eso sólo sería construir, más no Arquitectura; Arquitectura es hacer realidad la creatividad plasmada con una filosofía combinada con un estilo definido, basándose en un sentido común y lineamientos. Es dejar salir los sentimientos y enfocarlos a una nueva creación.
Ahora vamos a enfocarnos en las personas que se encargan de hacer Arquitectura. Los Arquitectos, que más que ser personas que hayan obtenido un título, o que hayan cumplido con el perfil de egreso de la licenciatura de Arquitectura; porque aunque técnicamente se cuente con todos los requisitos. En realidad a lo que me refiero es: Empatía y Liderazgo. Tratemos en principio de cuentas a la Empatia.
EMPATIA.-
Etimológicamente La actual denominación de empatía es un neologismo de origen griego, acuñado por primera vez por Titchener para traducir la palabra Einfuluhng. Desde el punto de vista psicoanalítico, Freud la define como el mecanismo por medio del cual somos capaces de comprender las circunstancias de otra vida mental, en tanto Fenichel la divide en 2 actos: una identificación con la otra persona y, posteriormente, la conciencia de los propios sentimientos después de la identificación, que conduce a la conciencia de los sentimientos del objeto. Finalmente fue la ciencia médica quien adopto el término empatía y lo utilizó como una manera de interrelacionarse entre médicos y sus pacientes. Carl Rogers fue el primer autor que enfatizó la comprensión empática junto a la congruencia y aceptación incondicional como requisitos imprescindibles para poder establecer el clima psicológico adecuado en una relación terapéutica. Este autor entendía por comprensión empática: "La captación precisa de los sentimientos experimentados por el paciente y de los significados que estos tienen para él y, una vez captados, comunicárselos". De forma independiente y siguiendo otra línea de investigación, Balint intentó capacitar a los médicos para reconocer y comprender las dolencias de los enfermos, no solo en función de los conflictos y problemas personales, sino para utilizar luego esta comprensión con fines terapéuticos; es decir, pretendía diseñar un sistema que permitiese al facultativo ofrecer ayuda psicológica a sus pacientes sin interrumpir lo habitual de su práctica diaria.
En la actualidad empatía es catalogada como una cualidad indispensable para lograr una adecuada comunicación con el paciente, tanto por parte de los médicos como psicoterapeutas. Se considera empático al profesional que posee una elevada productividad y expresividad verbal, así como la capacidad para entender y permanecer concentrado ante los mensajes del paciente; por el contrario, se estima que carece de esta virtud el facultativo que abusa del silencio, interrumpe las intervenciones de los enfermos o prolonga demasiado sus respuestas. Sin embargo no sólo en la medicina se utiliza la empatía, en realidad ésta acepción puede emplearse en cualquier momento en cualquier individuo.
CON LA EMPATIA ¿SE NACE O SE HACE?
Las manifestaciones de la Empatía empiezan a aparecer en las personas normalmente a muy temprana edad. Esto es porque la empatía se comunica no solo de manera verbal, si no a través de determinados movimientos faciales, que se evidencian desde cortas edades, principalmente en ambientes de intercambio sociales. Es más existen investigaciones que indican que la capacidad para la empatía existe desde el medio intrauterino, en un cerebro normal de un feto, que se va a ir madurando una vez nacido a través de la interacción entre un desarrollo cognitivo y experiencias subjetivas en determinado medio social. Por lo tanto puedo deducir que la empatía es mucho mas que un acto reflejo involuntario, se involucran los sentimientos ante un “Yo podría ser tú”. La empatía requiere vivir, conocer y amar su profesión.
EMPATIA Y ARQUITECTURA
Y si se preguntan por la relación de Arquitectura con Empatía, pues en realidad es la base de un buen Arquitecto. Porque solamente desde una postura empática será capaz de identificar las verdaderas necesidades del usuario para quien está diseñando. Es decir, el Arquitecto debe de ponerse en los zapatos de toda y cada persona que utilizará el inmueble que vaya a proyectar.
Algo muy triste que he observado como docente de Arquitectura, es la falta de esa empatía por parte de los alumnos, considero que es por la falta de humanismo que vienen arrastrando, ya que están “programados” solo para pensar de manera “productiva” y no “humana”; cuando es realmente necesario que se tome en cuenta el aspecto humano, ya que la arquitectura es para los humanos. A mis alumnos les he pedido encarecidamente que se pongan en los zapatos de todos. La Profesión de un Arquitecto es la más polifacética que he conocido, y no lo digo solo porque yo sea arquitecta. Pero para que se entienda más a fondo a que me refiero, expondré el siguiente ejemplo lo más claro y sencillo posible.
Solo basta echar a volar un poquito la imaginación, ya sean Arquitectos, estudiantes, amas de casa, administrativos, en fin, sea cual sea a que se dediquen. Imagínense que quieren poner un negocio de restaurante, el cual lo acotaré con las siguientes características: Será un restaurante para una capacidad de 200 comensales (personas sentadas comiendo), el restaurante lo están pensando para un nivel socioeconómico medio-alto, de tipo familiar con licencia para servir bebidas alcohólicas en cantidad limitada. Si les solcito que enlisten el programa arquitectónico (listado de espacios indispensables requeridos para operar las actividades propias del inmueble). ¿Qué espacios enlistarían?. Sin afán de ofender a ningún lector, las respuestas generales serían las siguientes: Acceso, Área de Mesas, Baños, Caja y Cocina. ¿Porque ésta respuesta? Muy sencillo, porque es lo que la experiencia nos dicta, ya que son las áreas que normalmente quedan a la vista del público en general, a menos que por alguna razón se haya visitado un restaurante en toda su extensión. Es aquí donde se demuestra que solamente siendo empáticos, y poniéndose en los zapatos de “todos” se tendrá un programa de necesidades más acorde a la realidad. Es decir “Yo como Usuario”, que necesito que tenga ese restaurante?= 1. Estacionamiento, Acceso, Recibidor, Área de Comensales, Área de Juegos infantiles, Servicios sanitarios, Salidas de Emergencia y Caja. Ahora bien “Yo como afanador”, que necesito que tenga ese restaurante?= 2. Acceso de servicio independiente del principal, Vestidores para cambio de ropa, Locker para dejar mis pertenencias, Checador para registrar mi llegada, Cuarto séptico donde estén mis utensilios de trabajo, área de esparcimiento de servicio. Por otra parte “Yo como gerente”, que necesito que tenga ese restaurante?= 3. Acceso privado, estacionamiento privado, oficina principal con vista al área de mesas y acceso rápido a la cocina, sanitario privado. Y qué tal si ahora nos ponemos en el papel del cocinero, “Yo como Cocinero” ¿que necesito que tenga ese restaurante?= 4. Acceso de servicio, Checador para mi registro, vestidores, servicios sanitarios, cocina, despensa, área de congelación, área seca, área de cocción, área de preparación de alimentos, barra de entrega de alimentos, barra de pedidos de alimentos, depósito de basura. Finalmente considero suficiente para esclarecer el ejemplo, ya que en realidad faltan uno que otro usuario del restaurante: Si planeamos un cuadro frío entre una postura personal no empática contra otra empática quedaría lo siguiente:
Postura Personal Individual Postura desde una perspectiva Empática
• Acceso
• Área de Mesas
• Baños
• Caja y,
• Cocina 1. ¿Como Usuario que necesito? Estacionamiento, Acceso, Recibidor, Área de Comensales, Área de Juegos infantiles, Servicios sanitarios, Salidas de Emergencia y Caja.
2. ¿Cómo afanador que necesito? Acceso de servicio independiente del principal, Vestidores para cambio de ropa, Locker para dejar mis pertenencias, Checador para registrar mi llegada, Cuarto séptico donde estén mis utensilios de trabajo, área de esparcimiento de servicio.
3. ¿Cómo gerente que necesito? Acceso privado, estacionamiento privado, oficina principal con vista al área de mesas y acceso rápido a la cocina, sanitario privado.
4. ¿Como cocinero que necesito? Acceso de servicio, Checador para mi registro, vestidores, servicios sanitarios, cocina, despensa, área de congelación, área seca, área de cocción, área de preparación de alimentos, barra de entrega de alimentos, barra de pedidos de alimentos, depósito de basura
5. Como contador, cajero, proveedor, etc .
Finalmente se puede observar, la diferencia por el simple hecho de ponerse en los zapatos de cada individuo que ingresará al inmueble por uno u otro motivo. ¿Reconocen ahora la importancia de la empatía en un Arquitecto?
Ahora imagínense lo polifacético que puede llegar a ser un arquitecto!, porque nos tenemos que convertir en religiosos, en restauranteros, en médicos, bailarines, docentes, administrativos, artesanos, barrenderos, etc. Ya que en realidad, solo comprendiendo las actividades que tiene cada persona, sólo imaginándonos un recorrido para realizar de manera correcta determinada actividad sin que se invadan espacios entre unos y otros, podemos crear esos espacios. Claro está, no se trata de cumplir caprichos de los clientes, sino en poder sentir sus necesidades, ayudarlos a que ellos mismos determinen sus requerimientos. Y es aquí donde entra la siguiente característica de un Arquitecto: EL Liderazgo.
LIDERAZGO
“Es la influencia interpersonal ejercida en una situación, dirigida a través del proceso de comunicación humana a la consecución de uno o diversos objetivos específicos".
Chiavenato, Idalberto (1993)

LIDER
Líder es aquel que no solo concibe, genera y define los objetivos, sino que los sabe expresar, comunicar y contagiar.
Alfonso Siliceo
Un Arquitecto debe de ser líder, y entiendo por líder en un arquitecto “Persona cuya principal virtud es su vocación de servicio hacia los clientes en el proceso de recopilación-integración-diseño, orientada a una creación trascendente de espacios, mediante la aplicación de sus conocimientos y empatía, para guiar y otorgar de forma flexible e innovadora la satisfacción de las necesidades de los usuarios en cuanto a espacios se refiere”.
Un arquitecto líder motiva a su grupo de trabajo y a sus clientes, tomando las palabras de covey y aplicándolas a éste caso Los arquitectos no debemos de tener “grupos de trabajadores”, debemos de formar “equipos de trabajo”. Debemos de relacionarnos con los demás profesionistas que complementarán nuestro diseño, dentro del margen de respeto. Existen decisiones que pueden ser tomadas entre todo el grupo, y cuando se aplica de esa manera, los participantes se sienten partes de “algo importante”, y sin que ellos se percaten, ya están involucrándose dentro de la filosofía de el arquitecto. Pero ésta es una labor muy importante y no tan fácil de realizar, cada especialista es diferente, cada especialidad se lleva de diferente manera, cada grupo se desenvuelve diferente; por tal motivo no existe una fórmula mágica de cómo actuar, pero si se lleva la labor con integridad, confianza, participación y dando el mejor ejemplo, será una labor mucho más fácil de concretar.
Algo muy importante de destacar es que un Arquitecto, así como ninguna persona en realidad, puede saberlo todo, solamente lo suficiente, pero si debe de saber cómo llegar a encontrar lo que se necesita saber. Y en cuanto a los tipos de Liderazgo que existen, solo queda por decir que debe aplicarse dependiendo de la situación.
Como docente de Arquitectura he tenido la grandiosa oportunidad de aprender de mis alumnos, cada experiencia dentro del aula me hace recapacitar, mis propios alumnos me han hecho ser mejor profesionista, mejor arquitecto, mejor ser humano. Y es algo mágico, porque estoy en contacto con ideas grandiosas, a las cuales puedo ayudar a encaminar, complementar, cultivarme de ellas. Uno de los defectos que “tenemos” los arquitectos, es que tendemos a ser sumamente individualistas, no nos gusta trabajar en equipo, y el aspecto humano tendemos a dejarlo a un lado. Agradezco a la docencia el regresarme a ese lado humano, absolutamente necesario en cualquier profesión, pero tan indispensable en la docencia. He entendido que el docente tiene una responsabilidad tan grande como la de un arquitecto forjando edificios, solo que como docente mis edificios son mis alumnos, y si no les ayudo a que ellos mismos se forjen sus cimientos, mis edificios al salir a la vida con el mínimo aire se derribarán al suelo.
CONCLUSION
Finalmente ésta recopilación entre Empatía, Liderazgo, Arquitectura y Docencia es un reflejo de lo que hoy en día constituye mi vida. Amo la Arquitectura tanto como a la Docencia, pero nunca por encima de mi familia. Considero indispensables en éstas dos áreas la Empatía y el Liderazgo. En cuanto a la familia, nunca olvidar que tenemos un compromiso hacia ella, somos indispensables para nuestros hijos y padres. Y aunque lograr un equilibrio es algo difícil, considero que con una actitud con amor en todos nuestros actos, el equilibrio se irá dando de manera paulatina. Una de las labores más difíciles que tenemos que hacer es auto analizarlos a nivel general, hacer una reflexión y lograr reconocer con toda sinceridad en que, a quien, y de qué forma estamos fallando.




BIBLIOGRAFIA
1. Antología El Perfil del Líder. Dr. Luis Garibay G.
2. Antología “Motivación”, La visión de Covey.
3. Arquitectura, Economía y Ecologia. Instituto Juan de Herrera. Av. Juan de Herrera 4. 28040 MADRID. ESPAÑA. ISSN: 1578-097X
4. Centro de Información de Medicina Militar. Empatía: la quintaesencia del arte de la medicina. Bol Bibliotec 1997:1-12.)
5. Mayor Guerra E, Río Caballero G del, Tabares Cumplido G, Fernández Pérez SR. Empatía: ¿conoce su significado? [artículo en línea]. MEDISAN 2002;6(2). [consulta: 20/dic/2009]

Autor: Arq. Alejandra Ordoñez Méndez
Postulante de la Maestría en Educación en la Universidad Autonoma de Guadalajara, Campus Tabasco
Docente de Arquitectura en UAG Campus Tabasco
aleordmen@yahoo.com
aleordmen@hotmail.com

martes, 22 de diciembre de 2009

REFLEXIONES ACERCA DE LA CONGRUENCIA DEL EDUCADOR. por Héctor Alberto Aguirre Palavicini.

Bienaventurados los hombres loables cuyos pasos dejan huellas perpetuas en nuestros senderos. (En honor del arquitecto Rubén Barcelata Monterrey, catedrático de la UAG Campus Tabasco, que fue requerido por Dios para pintarnos un cielo de alegría)
La coherencia conductual de los alumnos representa la prueba más fidedigna de la honestidad o deshonestidad de nuestra labor catedrática. El siguiente documento es un análisis, personal, del impacto moral y social que han provocado en mí, como individuo, los profesores que han formado parte de mi formación académica.
Los albores de la formación conductual del individuo se da, en principio de cuentas, en el seno familiar. El entorno que delinea nuestra percepción de la vida, conformado por nuestro (s) profesor(a/es) primario(s), padre(s) y/o madre(s). En nuestros primeros tropiezos, así como en nuestras primeras palabras pronunciadas, intimamos con ese modelo doméstico que nos va mostrando, de a poco, los desafíos que esperan por nosotros conforme el tiempo transcurra. Afirma Stephen Covey que, es en el seno familiar, donde las manifestaciones de confianza e integración de las personas moldean al individuo y su actitud para con el futuro.

Y, aunque las enseñanzas y comportamientos de mamá y papá , dentro y fuera de la casa, conforman la base de nuestras primeras convicciones como individuos, también las relaciones ajenas al lazo sanguíneo repercuten en nuestros pensamientos y nuestros actos. Las aulas de clases han alojado a los niños que estuvimos y lo harán con los que vendrán. Estos recintos en los que los infantes permanecen en un promedio de seis a ocho horas cinco días por semana, representan la segunda casa de nuestros niños, de ahí la importancia de que las aulas sean hogares y no meras casas de instrucción.

Ante los ojos de los alumnos, el profesor o profesora asume el rol de “padre o madre”, y he aquí la prioridad de extender y fortalecer el historial moral de los niños y jóvenes. Solo si estamos certeramente convencidos de que cada palabra que emana de nuestro pensamiento va directamente hacía los oídos de nuestros jóvenes, y ante nuestro pleno reconocimiento de que cada movimiento que ejecutamos es observado por sus ojos, aceptaremos que más que un docente representamos una imagen paterna y /o materna para nuestros alumnos.

El que redacta, aún no tiene la fortuna de experimentar la sensación de la paternidad sanguínea, pero si he disfrutado de la dicha que proporcionan los alumnos al expresarse con respeto hacia sus vidas y sus triunfos, por muy minúsculos que estos sean. Por el lado contrario, he sufrido las carencias y penas que embargan a sus destinos. Somos “padres” porque de nosotros depende una respuesta que les auxilie a pensar objetivamente, o nuestro silencio que coarta toda necesidad de reflexionar. Nuestro rol no se adjudica a cuanto demandamos de nuestros alumnos en el aspecto académico, un gran peso de nuestra labor es el cuanto estamos dispuestos a ofrecer con nuestras actitudes.

La disonancia conductual no puede ni debe tener cabida en nuestro ejercicio como educadores, de ser así, toda requisición que esperemos de nuestros alumnos y todo cúmulo de conocimiento que ellos esperen de nosotros se reduciría a un juego de hipocresía y deslealtad. La congruencia entre nuestros pensamientos, y el cómo los hacemos tangibles, representa la llave que nuestros alumnos precisan para abrir la puerta de la confianza, la misma que, en mi rol de dicente, en ocasiones he desistido por abrirla. La diferencia entre desear o desistir de abrir esta puerta lo son los docentes congruentes y honestos y los que se burlan de serlo.
Como seres humanos (perfectibles más no perfectos) tendientes a errar, el asumir las consecuencias favorables o desfavorables de nuestros actos representa ya, para mí, un acto de cabalidad y de civismo (cualidad que se ha ido perdiendo lamentablemente). Pero quien se escuda bajo la premisa de la mentira y la excusa, y peor aún, de la práctica desleal; no es digno de siquiera pretender enseñar. El juez más severo es nuestra conciencia.

Los rasgos de nuestros profesores y el tacto humano que manifestaron y manifiestan para dirigirse a nosotros como alumnos y como personas, nos motivan a confiar y a creer en la belleza de enseñar y aprender; a dirigirnos a ellos con respeto y admiración como profesionistas y como seres humanos, y a adoptar sus puntos favorables y moldearlos a nuestra persona. Está la contraparte, nuestros profesores que tenían y tienen debilidades en la práctica didáctica y de relaciones persona – persona, detractar es muy sencillo y empobrecedor, propongo que identifiquemos esos puntos vulnerables y que, para enriquecer nuestra labor docente nos cuestionemos; ¿tendré yo la misma disposición que ese profesor “barco”? ¿No me habré excedido en el volumen de mi voz al haberles corregido?

Ante lo anterior, el ser auténtico como profesor implica también ser auténtico como ciudadano, perseverar en el mantenimiento de las causas justas y de las buenas acciones no nos excluye de ignorar nuestro compromiso fuera de las instalaciones de trabajo. La sociedad clasifica los actos de la humanidad en dos, correctos e incorrectos, este es el mismo criterio que empleamos como profesores para emitir nuestros juicios al evaluar las actividades del proceso enseñanza-aprendizaje. En un examen escrito un enunciado lo podemos considerar correcto o incorrecto para responder a un cuestionamiento, dependiendo de nuestras expectativas para considerar que el alumno verdaderamente asimiló el contenido de esa asignatura.
Entonces ¿cuáles son las expectativas que nuestros alumnos tienen depositadas en nosotros? Lo plantearé de manera sencilla y, dado que tengo la fortuna de ser docente y dicente, procederé a enlistar mis listas de expectativas, la primera como profesor y la segunda como alumno.

Como profesor lo que espero de mis alumnos es lo siguiente:
1.- Compromiso y alto rendimiento para con mi asignatura.
2.- Respeto para con sus compañeros y para mí.
3.- Puntualidad en asistencia y entrega de tareas.
4.- Adquisición de su autoconfianza para exponer sus dudas y aportar sus opiniones.

Ahora toca l turno a mis expectativas como alumno:
1.- Compromiso, alto rendimiento en la impartición de cátedra.
2.- Respeto a mí y mis compañeros.
3.- Puntualidad.
4.- Justo y coercitivo en sus decisiones y acciones.
5.- Dominio de la asignatura.
6.- Que no olvide que trata con personas.
7.- Que procure todo lo anterior.

Como podemos observar, el alumno espera más aportes favorable del docente, pero esta situación rara vez se da ya sea que, una de las dos partes no esté interesada en averiguarlo directamente. Solo hasta el momento que los monitoreos arrojan resultados acerca de nuestro desempeño, nos detenemos y reflexionamos con respecto a nuestro rendimiento y congruencia. ¿Por qué estoy errando en este aspecto? ¿Qué estoy omitiendo al proporcionar información? iYa verán, ahora si me van a conocer esos muchachos!

La crítica enriquece lo que somos y lo que podemos llegar a ser, si lo vemos favorablemente, sin embargo, si solo nos enfocamos en ella como un ataque a nuestra “integridad” y como preámbulo de represalias, mucho cuidado, estamos ante la primer señal de venganza e injusticia, y no hay manifestación más disidente que el educar sin ser educado; entiéndase pues que como profesores formamos parte de la continua inmadurez /madurez que tantas veces pretendemos inculcar en nuestros jóvenes dicentes. No pretendamos dar un consejo cuando no somos capaces de aceptarlo.
Las omisiones que, a nuestro criterio son insignificantes, son para nuestros alumnos los más mayúsculos y los que determinan la estabilidad de la balanza de nuestra credibilidad. Es por eso que debemos ser muy sinceros en cuan demandantes son nuestras tareas y como se trabajará para lograrlas, esto constituye un factor en pro de la confianza que el alumnado deposite en el profesor.

Cuando las instrucciones están debidamente descritas las labores se efectúan con interés y entusiasmo, eso habla muy bien del docente, puesto que denota su habilidad para comunicarse con los alumnos. La buena comunicación es el arte de hacerte entender ante uno o más individuos; pero no es tan sencillo lograrlo, sobre todo si la confianza por un motivo de falta de buena comunicación influyó para que esta (la confianza) sea casi nula o inexistente.
Mediante la práctica se pones en uso lo que conocemos, así como se reconoce que el ejemplo hace más comprensible cualquier teoría. Solo en la medida en que empalmemos lo que pensamos con la realidad estaremos habilitados para hablar de honestidad. Es primordial ser inquebrantable en nuestras convicciones si pretendemos dirigir y liderar con credibilidad. Si la credibilidad no está arraigada difícilmente se lograrán la motivación en los alumnos y, por consiguiente, la ejecución de las tareas se verá afectada conllevando a un pobre logro de los objetivos.
Seamos el profesor que no tuvimos, ese del que tanto nos quejábamos por su impuntualidad, o por solo hacer vida social en el aula, o porque solo asignaba tareas y no se dignaba a revisarlas, o porque tenía poco o nulo dominio de su asignatura, o el que asumía el rol de capataz y dictador aboliendo la participación del alumnado. Ese profesor el cual, solo recordarlo, me provoca ganas de desistir y tirar la toalla porque nunca obtuve de él unas palabras de aliento, o una felicitación por mis logros.

Asumamos la responsabilidad que implica formar profesionistas responsables, honestos, sabedores de sus habilidades individuales y de sus capacidades para colaborar en un equipo. He aquí el perfil del alumno y profesionista que hemos añorado y queremos llegar a ser. No nos conformemos con ser académicamente hábiles, la indiferencia ante las cuestiones éticas y de civismo son la causa de la insensibilidad por la cual las sociedades modernas enfrentan cada vez más actos de corrupción, competencia desleal, criminalidad, etc.
En nuestras aulas hay mentes brillantes, abiertas a la constante búsqueda de inspiradores del bien común, no colaboremos para que esas mentes prefieran desistir ante la búsqueda y tomar brechas, quizás más cortas, pero también nocivas para la reputación del individuo.

Nuestra reputación se va construyendo segundo tras segundo, mediante nuestros comentarios, el cumplimiento de nuestras promesas, mediante la impartición de justicia en el aula, y fuera de ella también. La reputación se pone a una prueba de alta dificultad cuando y donde no hay miradas a las que pretendamos aleccionar.
Mis padres y sus ideas y valores son parte fundamental de lo que soy, pero sería injusto no darle el mérito correspondiente a cada profesor que, con distintos estilos de impartir cátedra, han contribuido y siguen contribuyendo para afinar mis habilidades técnicas y de trato humano. Así como también, espero sembrar la semilla del civismo en mis alumnos, que tengan capacidad de hacer valer los derechos y obligaciones, de abogar por el débil en medida justa, de marchar con la honestidad como estandarte.

Me da la sensación que a nuestra juventud la fe de creer se le escapa por la sencilla razón de que no tienen modelos creíbles y confiables. Es menester como docentes, alumnos, y como parte de una sociedad, que precisa sanarse de las heridas que unos cuantos han ocasionado en ella, ser congruentes de tiempo completo, esto implica con nuestra familia, con los vecinos, con los compañeros de trabajo, con nuestros alumnos, y primordialmente con nosotros mismos.
No pretendamos tapar el sol con un dedo, los círculos sociales en el que nuestros jóvenes se desenvuelven, muchos de ellos son grupos viciados y corroídos por la inmoralidad y por la tendencia al egoísmo en sus actos. No olvidemos que todos somos responsables de todos, por lo tanto no deleguemos esta responsabilidad a terceros, cuando formamos parte de una sociedad somos actores de sus avances y de sus retrasos.
Como cita la oración del estudiante de Santo Tomás de Aquino, debemos ser acertados para iniciar la tarea y fungir como directores en la búsqueda del progreso con la perfección como fin primordial. Fuimos y seguiremos siendo alumnos, en aulas y ante los retos que la vida nos depara, somos y seguiremos siendo educadores de individuos en aulas y fuera de ellas.

Para educar debemos ser un evangelio tangible, creíble, visible. He tenido el honor de haber conocido a uno, de nombre Rubén Barcelata Monterrey, inspiración latente en muchos docentes de la Universidad Autónoma de Guadalajara, Campus Tabasco. Un hombre y un maestro en toda la extensión de la palabra, de esos que ya no abundan tan fácilmente. Gracias por todo lo enseñado Rubén, hasta siempre maestro.


Bibliografía

Cobey, Stephen (2002). Motivación, la visión de Cobey. Expo Management gestión de negocios, 30-31.
Hunstman, Jon M. (2005). Los ganadores nunca mienten. (pp. 1-6). Wharton School Publishing.
Autor: Héctor Alberto Aguirre Palavicini.
Último grado académico: Licenciatura.
Institución: Universidad Juárez Autónoma de Tabasco.
Actividad actual: Docente de la Universidad Autónoma de Guadalajara Campus Tabasco.
Dirección de correo electrónico: hectoragu79@hotmail.com

sábado, 19 de diciembre de 2009

“EL ENFOQUE SISTÈMICO COMPLEJO COMO MEDIO PARA DESARROLLAR EL LIDERAZGO EN LOS DOCENTES” por MIRNA ARACELI ALVARADO HERNADEZ y LIDIA ALEJANDRA SEDANO

“EL ENFOQUE SISTÈMICO COMPLEJO COMO MEDIO PARA FAVORECER EL LIDERAZGO EN LOS ALUMNOS”

En la actualidad la educación está viviendo un proceso de reformas institucionales, organizacionales, curriculares y prácticas, lo que ha implicado a redefinir las concepciones a través del enfoque por competencias. Este enfoque está tomando auge en la formación integral de los educandos, lo que le permite a los docentes clarificar el rumbo de su práctica y aplicar nuevas metodologías, que vengan a satisfacer las necesidades de los alumnos, para favorecer en ellos el liderazgo como parte de su formación académica y para la vida.
Analizando algunas teorías como por ejemplo las propias al comportamiento, en la que se define que el liderazgo se puede desarrollar, a través del apoyo y del reconocimiento al alumno por su individualidad, se retoma el Enfoque Sistémico Complejo que propone el Dr. Sergio Tobón, como un medio que le permitirá al docente favorecer la competencia de liderazgo en sus alumnos, ya que en este enfoque, se pretende que los docentes actúen con idoneidad y que hagan lo que les corresponde hacer con responsabilidad.
Haciendo un breve análisis a la bibliografía del Dr. Gustavo Velázquez Mastretta el liderazgo es el trabajo que efectúa el docente para provocar en los alumnos del desenvolvimiento del aprendizaje y desarrollo personal y colectivo. Es promover en los alumnos el deseo de aumentar sus conocimientos, cultivar sus propias cualidades y explotarlas en el mayor grado posible.
Por lo tanto dirigir correctamente a los alumnos al desarrollo del liderazgo, puede depender de un método didáctico particular o bien de un enfoque, así como de la personalidad del docente, el manejo de comunicar e interpretar y de los factores de motivación. Ya que el docente requiere de orientaciones estratégicas y de ejercer el propio liderazgo, porque la mejor manera de aprender liderazgo es con el ejemplo.
Si bien es cierto que, el liderazgo se puede favorecer en los alumnos que requieran de desarrollarlo en su totalidad, el enfoque sistémico complejo a través de los saberes que propone permitirá que el docente logre promover esta competencia en los alumnos.
Estos saberes son el saber ser, el saber hacer, el saber conocer y el saber convivir (y este último, que está implícito en el saber ser).
El saber ser se dirige a la forma en cómo la persona, en esta caso el educando, actúa en las diferentes situaciones que se le presentan donde involucra decisiones, sus pensamientos, prioridades, determinadas actitudes, reflexiones. Mientras que en el saber hacer se analiza, las maneras de cómo los alumnos ejecutan determinados procedimientos y técnicas para realizar una actividad o tarea. El tercero es el saber conocer, donde se determina la manera que tiene el alumno para interpretar, argumentar, proponer, así como el conocimiento de teorías, conceptos, procedimientos y técnicas. Y el último de los saberes es el convivir que se incluye en el saber ser, como ya se menciono anteriormente, puesto que en él se abordan las cuestiones de cómo los alumnos se desenvuelven con las demás personas, como actúan, que tanto se integran y la empatía que establecen.
Es por estos argumentos que se ha considerado al Enfoque Sistémico Complejo como un medio que favorecerá en los alumnos desarrollar el liderazgo en cada uno de sus ámbitos.
El liderazgo por su esencia implica una visión a futuro, habilidades de conducción, de toma de decisiones, de anticipar cambios, de conocer el entorno, pues es a través del liderazgo que los seguidores y el líder realizan construcciones de sí mismos y de su mundo. Entre algunas de las características que poseen los lideres están el ser visionarios, persona de acción, gran comunicador, convincente, carismático, con autodominio, humano, justo, con sentido del humor, coherente, entre otras. Por lo tanto reitero nuevamente que, el Enfoque sistémico complejo es el medio ideal para lograr que los alumnos se formen de manera íntegra con base a la formación en competencias, porque en este enfoque se pretende que no solo sea la formación para la ejecución de actividades profesionales – laborales, sino también educar para aprender a analizar y resolver problemas con idoneidad en lo que se hace. Así mismo este enfoque propone que lo ético, la formación profesional y lo actitudinal se maneje por un eje transversal, en el que los cuatro saberes le permitan al alumno conjugar lo que es, lo que sabe, lo que hace y la manera de darse a los demás, permitiéndose liderar con responsabilidad. Porque la esencia del liderazgo esta en hacer lo que nos corresponde con amor, entrega, sabiduría, pertinencia, misión y visión.
Es el pensamiento complejo el que nos orienta a unificar la realidad humana, social, ambiental, física, laboral y de producción, como un todo sistémico, en donde los que se involucren y participen activamente, deberán tener una responsabilidad de liderar su entorno, para favorecer la solidaridad, el trabajo en equipo, el propio liderazgo, la mejora común y social, la individualidad, los conocimientos verdaderos; por lo que tanto el docente como facilitador y el alumno, deberán ser parte de este todo, que les permitirá vivir y dar el ejemplo del liderazgo.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

SALUDOS A TODOS

HOLA ESTIMADOS ALUMNOS:

LES DOY LA MÁS CORDIAL BIENVENIDA A ESTE SU BLOG DE LIDERAZGO, EN EL CUAL PODREMOS INTERACTUAR, SUBIR TRABAJOS DE LIDERAZGO Y COACHING.

EN BREVE LES PONDRE A SU DISPOSICIÓN MATERIAL DE LIDERAZGO, GESTIÓN Y COACHING PARA SU CONSULTA.

ESPERO QUE ENTRE TODOS PODAMOS HACER DE ESTE BLOG UNA HERRAMIENTA VALIOSA PARA NUESTRA LABOR DOCENTE.

SALUDOS