domingo, 5 de septiembre de 2010

viernes, 1 de enero de 2010

LO QUE IMPLICA EL LIDERAZGO Por Emma Rosa Cruz Zepeta e Irayda Lisandra Rosas Mencias

PERFIL DEL LIDER DOCENTE
El liderazgo es una habilidad basada en las cualidades
Personales de alguien para lograr por parte de sus
Seguidores el cumplimiento voluntario de
Una amplia variedad de metas.
Velázquez Mastretta.
La tarea educativa, es una gran responsabilidad, puesto que requiere de personas preparadas con un espíritu de vocación, de entrega y sobre todo de gente comprometida con su misión que es educar.
En la actualidad se vive una crisis docente, puesto que quienes están al frente en la labor de educar, poseen grandes debilidades, las cuales son arrastradas por quienes necesitan ser educados: los alumnos. Por tanto se habla de rezago educativo, de resultados denigrantes en evaluaciones de conocimientos nacionales e internacionales, de bajo desarrollo en habilidades, conocimientos, actitudes y valores, que hacen que haya personas poco eficaces y preparadas para contribuir al desarrollo del país. La cuestión ante este problema es ¿qué se requiere para que la labor del profesor sea efectiva y logre el desarrollo armónico e integral de los estudiantes?
El gobierno se ha preocupado por brindar a los docentes las herramientas que coadyuven a mitigar las fallas que se han presentado, brinda cursos nacionales y estatales para que se actualicen y preparen en la metodología de enseñanza, reparte bibliografía para que se documenten, pone a su disposición centros de maestros donde encuentran apoyos tecnológicos, bibliográficos y asesorías técnico pedagógicas. Por lo cual se puede decir que se ha intentado que el profesor se transforme en un docente con prácticas efectivas. ¿Pero realmente dónde se encuentra la falla, por el cual el maestro no ha logrado superar sus debilidades?
Lamentablemente, los profesores que ahora están ejerciendo su función, fueron educados de forma pasiva, donde no les inculcaron ser rebeldes, no ser conformistas, no estar a la vanguardia y ni la capacidad de poder influir en los demás; o quizás sí tuvieron esta formación, pero a través del tiempo cayeron en la rutina y se acostumbraron a realizar sus prácticas de manera fácil y monótona, lo cual no implica esfuerzo alguno. Y ahí es donde está la principal falla, en la falta de liderazgo en los docentes, en el conformismo, en no estar abierto a los cambios que se requieren para obtener resultados favorables.
El presente documento pretende dar un esbozo sobre la necesidad del liderazgo docente y las cualidades y habilidades que requieren, para ser profesores eficaces que contribuyan a buscar el desarrollo de competencias en los educandos, intentando superar la crisis docente, por el cual se ha denigrado la labor del profesor.
En la sociedad se pone en práctica el liderazgo en todos los ámbitos, en la política, en las empresas, en las religiones, en las industrias y en las escuelas. El liderazgo consiste en el proceso de influir, guiar, y dirigir a los miembros de un grupo hacia el éxito en la consecución de metas y objetivos.
En educación, los líderes son los docentes que buscan influir en los estudiantes para realizar cambios y dirigirlos hacia propósitos comunes. Ellos son los encargados de guiarlos y orientarlos hacia metas que los hagan crecer. En estos tiempos en el cual se vive todo tipo de crisis desde económicas hasta educativas, se necesitan líderes docentes, capaces de formar ciudadanos que hagan frente a las necesidades que demanda la sociedad.
El liderazgo docente reside en el impulso que da el profesor a los estudiantes para provocar en ellos el desenvolvimiento de aprendizaje y desarrollo personal y colectivo induciéndolos en el proceso continuo de mejoramiento, de innovación y de aptitudes comprensibles a los cambios.
El trabajo del profesor radica en potenciar en los educandos todos sus talentos, trazando estrategias didácticas y utilizando recursos didácticos que ayuden a que todos sin excepción alguna logren resultados favorables. Esta es la principal misión del líder docente. Para poder poner en práctica ese liderazgo, ha de tener o acercarse a un perfil y desarrollar cualidades y habilidades que lo hagan ser una influencia positiva en sus seguidores, que son sus educandos
Por tanto ha de ser una persona que viva armónicamente sana tanto de su cuerpo como de mente, con ello habrá un equilibrio en él y estará dispuesto a apoyar, a quienes lo necesiten sin poner de manifiesto sus problemas personales.
Ha de ser visionario, vislumbrando el futuro, tanto de su carrera, como de los sucesos que se anteponen en su práctica docente, con sus alumnos y con sus iguales.
Debe contagiar entusiasmo, en sus seguidores y en sus colegas, para transmitir esa vibra positiva que haga que el trabajo o misión que desempeña sea realizada con gusto y obteniendo resultados positivos.
Ha de ser honesto, la decencia debe estar sobre él para poder influir en los estudiantes y ganarse su respeto.
Debe ser un gran comunicador, siempre establecer relaciones entre sus colegas y estudiantes, interesarse por sus gustos y necesidades, descubriéndolas a través del diálogo con ellos y para así planear su práctica docente.
Ha de ser convincente, en la toma de decisiones y de actuar en el momento preciso, ante cualquier circunstancia.
Debe ser un gran negociador, para establecer tratos entre el alumnado buscando obtener participación en las tareas educativas.
Ha de actuar de forma coherente, esto es predicar con el ejemplo, teniendo conexión con lo que dice y hace.
Ha de saber manejar la capacidad de mando, esto es hacer cumplir su misión, sin llegar al poder coercitivo que consiste en castigos, más bien ha de poner en práctica el poder carismático, donde el profesor se pone en el lugar del alumno, comprendiendo sus fortalezas y debilidades, poniendo en práctica la motivación y así alcanzar las metas que se propongan.
Estas son algunas de tantas cualidades que debe poseer todo maestro para llegar a ser líder. Las autoridades educativas, no deben preocuparse solamente por satisfacer necesidades técnicas de los profesores, sino también han de mostrar interés por que el docente, cultive cualidades dignas de representar un cargo importante como es la formación de los niños y jóvenes mexicanos. De acuerdo a las necesidades que surgen en el país, se requiere de gente, en este caso de profesores que sean capaces de impulsar y de poner en práctica la motivación, el cambio y la rebeldía ante lo no digno y lo injusto.
Actualmente, podemos encontrar docentes muy preparados en su materia o en conocimientos, pero realmente, se requiere de docentes que sean más humanos, que se interesen verdaderamente por el cliente que están atendiendo, por potenciar en él, no sólo conocimientos, sino también actitudes y valores positivos, que los hagan ser en un futuro líderes en el ámbito donde se desenvuelvan.
Se sabe que el profesor a través del tiempo ha sido un líder, pero que ha puesto en práctica diferentes tipos de poder para mantenerse en su papel y en tratar de ejercer influencia en sus estudiantes, pero que no siempre, y en la mayoría de veces, no ha logrado influir en sus educandos. En consecuencia se piden profesores que tengan una dualidad en cualidades y habilidades docentes.
Las cualidades son las que lo harán reflejarse como persona, que entiende y comprende y busca el bien en sus seguidores; y las habilidades como profesional, buscan el desarrollo intelectual y de competencias de sus mismos discípulos. Si estas características son sumadas y puestas en práctica harán del profesor un líder docente transcendente.
El líder trascendente es aquel que tiene como propósito la mejora de aquellos a quienes dirige y sirve; busca, preferentemente, que las personas desarrollen todo su potencial y que se identifiquen con la misión de prepararse. El liderazgo trascendente es dinámico, en el sentido de que los líderes se comprometen seriamente con sus seguidores, quiénes por ello se sentirán elevados y a menudo se volverán más activos, creando con ello nuevos cuadros de líderes.
Para que el docente se comprometa en su labor y con sus educandos, ha de desarrollar habilidades profesionales que lo apoyen a realizar de manera efectiva su trabajo, por tanto, estas son algunas habilidades que debe poseer:
Conocer y comprender la misión, los propósitos y metas que debe lograr en sus educandos, con ello se sumergirá en las acciones que pondrá en práctica y en la toma de decisiones, para actuar de forma significativa para obtener el logro de éstas.
Organizar y animar situaciones de aprendizaje, debe conocer a través de las disciplinas a impartir los contenidos que debe enseñar y la manera en cómo diseñar estrategias de enseñanza-aprendizaje significativas, usando los recursos didácticos necesarios; de trabajar a partir de las representaciones de los alumnos, involucrándolos en su mismo aprendizaje, haciendo frente a la heterogeneidad de los estudiantes y desarrollando la cooperación entre ellos.
Implicar a los alumnos en su aprendizaje y en su trabajo, fomentar el deseo de aprender a través de la motivación que transmite, haciendo explícita la relación con el conocimiento y el sentido del trabajo escolar, desarrollando la capacidad de autoevaluación en el estudiante; además, ofreciendo actividades diversas de formación opcional, para que el alumno aprenda a partir de sus intereses y necesidades.
Participar en la gestión de la escuela, ser actor en la elaboración de proyectos institucionales, de administrar los recursos de la escuela, de coordinar y fomentar una institución escolar con todos los componentes: consejo técnico (grupo de docentes que se reúnen para tratar asuntos relacionados con la enseñanza-aprendizaje), asociación de padres de familia y asociación de alumnos.
Trabajar en equipo elaboraborando proyectos educativos, donde se trabaje a partir de la misión común con los compañeros docentes, compartiendo éxitos y fracasos dentro del entorno escolar, diseñando estrategias que contribuyan al logro de las metas; manifestando sus visiones y resolviendo problemas que afectan el buen desempeño de todos los miembros.
Organizar la propia formación continua, analizar su práctica docente, sus fallas y aciertos para mejorar; actualizarse en la disciplina que imparte y en su didáctica; fomentar el deseo de innovar y de usar las nuevas tecnologías que coadyuven en su labor.
Afrontar los deberes y los dilemas éticos de la profesión docente, estar consciente de la labor que desempeña, de la responsabilidad que tiene de educar a los niños y jóvenes, de no incurrir en actos injustos e indignos que denigren la esencia del profesor, que es quien orienta y dirige a sus seguidores, buscando siempre el cumplimiento de metas y del bien común de los estudiantes.
Para obtener profesores con la capacidad de líderes se demanda dejar viejas prácticas y apatías que ensombrecen la ennoblecedora labor del docente. Para ello, se debe impulsar el desarrollo humano del maestro, los funcionarios educativos, así como promueven cursos de actualización, también deben enfocarse en los verdaderos problemas que afectan al docente, como es la falta de visón, de iniciativa, de entrega, de compromiso de innovación, de ser líderes.
En las escuelas de formación docente, deben poner énfasis en el perfil de egreso de cada estudiante, para que no sólo egrese como maestro normalista, sino como “líder docente”, competente en hacer revolución de cambio donde se requiera, siempre buscando el logro de metas que beneficien su misión y la institución en donde labore.
El ser líder docente, no es una tarea fácil, se requiere de un gran esfuerzo, dedicación, vocación y amor. De sentir satisfacción de poder influir en los demás, de comprometerse y potencializar todo el producto que se tiene en mano, diseñando una obra de arte que no solo beneficiará al alumno, sino a toda la sociedad en el país.
En las manos de los profesores se encuentra la solución de terminar con la crisis docente. Es verdad que se encuentran diversidad de obstáculos que en muchas ocasiones impiden que se pueda ejercer la misión del profesor, pero con tenacidad, perseverancia, constancia y sobre todo teniendo como prioridad el objetivo de buscar el bien común de los seguidores, se puede lograr. No se puede olvidar que el país necesita Líderes capaces de transformar y depurar los males que afectan el progreso.
BIBLIOGRAFÍA

Garibay, G Luis. Articulo “El perfil del líder”
Maestretta, Velázquez G. “El liderazgo del Profesor Universitario”, 1985, pp. 21-26, 28-33.
Perrenoud, Philippe (2004) “Diez nuevas competencias para enseñar”, pp. 15-16 147-154.
Uribe, Mario. “El liderazgo docente en la construcción de la cultura escolar de calidad: Un desafío de orden superior”. (Artículo publicado en: UNESCO OREALC; Revista PRELAC; No. 1 Año Julio de 2005.
“El camino del Líder”, Articulo de La escuela Académico Profesional de la Facultad de Ciencias Sociales y Turismo, de la Universidad Nacional, ”José Faustino Sánchez Garrión”.
Liderazgo Docente http://serpiente.dgsca.unam.mx/rompan/70/rf70art2.html
Liderazgo Docente en las aulas Guía de Capacitación Directorio de Empresas que imparten cursos, seminarios, conferencias. www.guiadecapacitacion.com

REFLEXIONES ACERCA DE LA CONGRUENCIA DEL EDUCADOR. Por Héctor Alberto Aguirre Palavicini.

Bienaventurados los hombres loables cuyos pasos dejan huellas perpetuas en nuestros senderos. (En honor del arquitecto Rubén Barcelata Monterrey, catedrático de la UAG Campus Tabasco, que fue requerido por Dios para pintarnos un cielo de alegría)
La coherencia conductual de los alumnos representa la prueba más fidedigna de la honestidad o deshonestidad de nuestra labor catedrática. El siguiente documento es un análisis, personal, del impacto moral y social que han provocado en mí, como individuo, los profesores que han formado parte de mi formación académica.
Los albores de la formación conductual del individuo se da, en principio de cuentas, en el seno familiar. El entorno que delinea nuestra percepción de la vida, conformado por nuestro (s) profesor(a/es) primario(s), padre(s) y/o madre(s). En nuestros primeros tropiezos, así como en nuestras primeras palabras pronunciadas, intimamos con ese modelo doméstico que nos va mostrando, de a poco, los desafíos que esperan por nosotros conforme el tiempo transcurra. Afirma Stephen Cobey que, es en el seno familiar, donde las manifestaciones de confianza e integración de las personas moldean al individuo y su actitud para con el futuro.
Y, aunque las enseñanzas y comportamientos de mamá y papá , dentro y fuera de la casa, conforman la base de nuestras primeras convicciones como individuos, también las relaciones ajenas al lazo sanguíneo repercuten en nuestros pensamientos y nuestros actos. Las aulas de clases han alojado a los niños que estuvimos y lo harán con los que vendrán. Estos recintos en los que los infantes permanecen en un promedio de seis a ocho horas cinco días por semana, representan la segunda casa de nuestros niños, de ahí la importancia de que las aulas sean hogares y no meras casas de instrucción.
Ante los ojos de los alumnos, el profesor o profesora asume el rol de “padre o madre”, y he aquí la prioridad de extender y fortalecer el historial moral de los niños y jóvenes. Solo si estamos certeramente convencidos de que cada palabra que emana de nuestro pensamiento va directamente hacía los oídos de nuestros jóvenes, y ante nuestro pleno reconocimiento de que cada movimiento que ejecutamos es observado por sus ojos, aceptaremos que más que un docente representamos una imagen paterna y /o materna para nuestros alumnos.
El que redacta, aún no tiene la fortuna de experimentar la sensación de la paternidad sanguínea, pero si he disfrutado de la dicha que proporcionan los alumnos al expresarse con respeto hacia sus vidas y sus triunfos, por muy minúsculos que estos sean. Por el lado contrario, he sufrido las carencias y penas que embargan a sus destinos. Somos “padres” porque de nosotros depende una respuesta que les auxilie a pensar objetivamente, o nuestro silencio que coarta toda necesidad de reflexionar. Nuestro rol no se adjudica a cuanto demandamos de nuestros alumnos en el aspecto académico, un gran peso de nuestra labor es el cuanto estamos dispuestos a ofrecer con nuestras actitudes.
La disonancia conductual no puede ni debe tener cabida en nuestro ejercicio como educadores, de ser así, toda requisición que esperemos de nuestros alumnos y todo cúmulo de conocimiento que ellos esperen de nosotros se reduciría a un juego de hipocresía y deslealtad. La congruencia entre nuestros pensamientos, y el cómo los hacemos tangibles, representa la llave que nuestros alumnos precisan para abrir la puerta de la confianza, la misma que, en mi rol de dicente, en ocasiones he desistido por abrirla. La diferencia entre desear o desistir de abrir esta puerta lo son los docentes congruentes y honestos y los que se burlan de serlo.
Como seres humanos (perfectibles más no perfectos) tendientes a errar, el asumir las consecuencias favorables o desfavorables de nuestros actos representa ya, para mí, un acto de cabalidad y de civismo (cualidad que se ha ido perdiendo lamentablemente). Pero quien se escuda bajo la premisa de la mentira y la excusa, y peor aún, de la práctica desleal; no es digno de siquiera pretender enseñar. El juez más severo es nuestra conciencia.
Los rasgos de nuestros profesores y el tacto humano que manifestaron y manifiestan para dirigirse a nosotros como alumnos y como personas, nos motivan a confiar y a creer en la belleza de enseñar y aprender; a dirigirnos a ellos con respeto y admiración como profesionistas y como seres humanos, y a adoptar sus puntos favorables y moldearlos a nuestra persona. Está la contraparte, nuestros profesores que tenían y tienen debilidades en la práctica didáctica y de relaciones persona – persona, detractar es muy sencillo y empobrecedor, propongo que identifiquemos esos puntos vulnerables y que, para enriquecer nuestra labor docente nos cuestionemos; ¿tendré yo la misma disposición que ese profesor “barco”? ¿No me habré excedido en el volumen de mi voz al haberles corregido?
Ante lo anterior, el ser auténtico como profesor implica también ser auténtico como ciudadano, perseverar en el mantenimiento de las causas justas y de las buenas acciones no nos excluye de ignorar nuestro compromiso fuera de las instalaciones de trabajo. La sociedad clasifica los actos de la humanidad en dos, correctos e incorrectos, este es el mismo criterio que empleamos como profesores para emitir nuestros juicios al evaluar las actividades del proceso enseñanza-aprendizaje. En un examen escrito un enunciado lo podemos considerar correcto o incorrecto para responder a un cuestionamiento, dependiendo de nuestras expectativas para considerar que el alumno verdaderamente asimiló el contenido de esa asignatura.
Entonces ¿cuáles son las expectativas que nuestros alumnos tienen depositadas en nosotros? Lo plantearé de manera sencilla y, dado que tengo la fortuna de ser docente y dicente, procederé a enlistar mis listas de expectativas, la primera como profesor y la segunda como alumno.
Como profesor lo que espero de mis alumnos es lo siguiente:
1.- Compromiso y alto rendimiento para con mi asignatura.
2.- Respeto para con sus compañeros y para mí.
3.- Puntualidad en asistencia y entrega de tareas.
4.- Adquisición de su autoconfianza para exponer sus dudas y aportar sus opiniones.
Ahora toca l turno a mis expectativas como alumno:
1.- Compromiso, alto rendimiento en la impartición de cátedra.
2.- Respeto a mí y mis compañeros.
3.- Puntualidad.
4.- Justo y coercitivo en sus decisiones y acciones.
5.- Dominio de la asignatura.
6.- Que no olvide que trata con personas.
7.- Que procure todo lo anterior.
Como podemos observar, el alumno espera más aportes favorable del docente, pero esta situación rara vez se da ya sea que, una de las dos partes no esté interesada en averiguarlo directamente. Solo hasta el momento que los monitoreos arrojan resultados acerca de nuestro desempeño, nos detenemos y reflexionamos con respecto a nuestro rendimiento y congruencia. ¿Por qué estoy errando en este aspecto? ¿Qué estoy omitiendo al proporcionar información? iYa verán, ahora si me van a conocer esos muchachos!
La crítica enriquece lo que somos y lo que podemos llegar a ser, si lo vemos favorablemente, sin embargo, si solo nos enfocamos en ella como un ataque a nuestra “integridad” y como preámbulo de represalias, mucho cuidado, estamos ante la primer señal de venganza e injusticia, y no hay manifestación más disidente que el educar sin ser educado; entiéndase pues que como profesores formamos parte de la continua inmadurez /madurez que tantas veces pretendemos inculcar en nuestros jóvenes dicentes. No pretendamos dar un consejo cuando no somos capaces de aceptarlo.
Las omisiones que, a nuestro criterio son insignificantes, son para nuestros alumnos los más mayúsculos y los que determinan la estabilidad de la balanza de nuestra credibilidad. Es por eso que debemos ser muy sinceros en cuan demandantes son nuestras tareas y como se trabajará para lograrlas, esto constituye un factor en pro de la confianza que el alumnado deposite en el profesor.
Cuando las instrucciones están debidamente descritas las labores se efectúan con interés y entusiasmo, eso habla muy bien del docente, puesto que denota su habilidad para comunicarse con los alumnos. La buena comunicación es el arte de hacerte entender ante uno o más individuos; pero no es tan sencillo lograrlo, sobre todo si la confianza por un motivo de falta de buena comunicación influyó para que esta (la confianza) sea casi nula o inexistente.
Mediante la práctica se pones en uso lo que conocemos, así como se reconoce que el ejemplo hace más comprensible cualquier teoría. Solo en la medida en que empalmemos lo que pensamos con la realidad estaremos habilitados para hablar de honestidad. Es primordial ser inquebrantable en nuestras convicciones si pretendemos dirigir y liderar con credibilidad. Si la credibilidad no está arraigada difícilmente se lograrán la motivación en los alumnos y, por consiguiente, la ejecución de las tareas se verá afectada conllevando a un pobre logro de los objetivos.
Seamos el profesor que no tuvimos, ese del que tanto nos quejábamos por su impuntualidad, o por solo hacer vida social en el aula, o porque solo asignaba tareas y no se dignaba a revisarlas, o porque tenía poco o nulo dominio de su asignatura, o el que asumía el rol de capataz y dictador aboliendo la participación del alumnado. Ese profesor el cual, solo recordarlo, me provoca ganas de desistir y tirar la toalla porque nunca obtuve de él unas palabras de aliento, o una felicitación por mis logros.
Asumamos la responsabilidad que implica formar profesionistas responsables, honestos, sabedores de sus habilidades individuales y de sus capacidades para colaborar en un equipo. He aquí el perfil del alumno y profesionista que hemos añorado y queremos llegar a ser. No nos conformemos con ser académicamente hábiles, la indiferencia ante las cuestiones éticas y de civismo son la causa de la insensibilidad por la cual las sociedades modernas enfrentan cada vez más actos de corrupción, competencia desleal, criminalidad, etc.
En nuestras aulas hay mentes brillantes, abiertas a la constante búsqueda de inspiradores del bien común, no colaboremos para que esas mentes prefieran desistir ante la búsqueda y tomar brechas, quizás más cortas, pero también nocivas para la reputación del individuo.
Nuestra reputación se va construyendo segundo tras segundo, mediante nuestros comentarios, el cumplimiento de nuestras promesas, mediante la impartición de justicia en el aula, y fuera de ella también. La reputación se pone a una prueba de alta dificultad cuando y donde no hay miradas a las que pretendamos aleccionar.
Mis padres y sus ideas y valores son parte fundamental de lo que soy, pero sería injusto no darle el mérito correspondiente a cada profesor que, con distintos estilos de impartir cátedra, han contribuido y siguen contribuyendo para afinar mis habilidades técnicas y de trato humano. Así como también, espero sembrar la semilla del civismo en mis alumnos, que tengan capacidad de hacer valer los derechos y obligaciones, de abogar por el débil en medida justa, de marchar con la honestidad como estandarte.


Me da la sensación que a nuestra juventud la fe de creer se le escapa por la sencilla razón de que no tienen modelos creíbles y confiables. Es menester como docentes, alumnos, y como parte de una sociedad, que precisa sanarse de las heridas que unos cuantos han ocasionado en ella, ser congruentes de tiempo completo, esto implica con nuestra familia, con los vecinos, con los compañeros de trabajo, con nuestros alumnos, y primordialmente con nosotros mismos.
No pretendamos tapar el sol con un dedo, los círculos sociales en el que nuestros jóvenes se desenvuelven, muchos de ellos son grupos viciados y corroídos por la inmoralidad y por la tendencia al egoísmo en sus actos. No olvidemos que todos somos responsables de todos, por lo tanto no deleguemos esta responsabilidad a terceros, cuando formamos parte de una sociedad somos actores de sus avances y de sus retrasos.
Como cita la oración del estudiante de Santo Tomás de Aquino, debemos ser acertados para iniciar la tarea y fungir como directores en la búsqueda del progreso con la perfección como fin primordial. Fuimos y seguiremos siendo alumnos, en aulas y ante los retos que la vida nos depara, somos y seguiremos siendo educadores de individuos en aulas y fuera de ellas.
Para educar debemos ser un evangelio tangible, creíble, visible. He tenido el honor de haber conocido a uno, de nombre Rubén Barcelata Monterrey, inspiración latente en muchos docentes de la Universidad Autónoma de Guadalajara, Campus Tabasco. Un hombre y un maestro en toda la extensión de la palabra, de esos que ya no abundan tan fácilmente. Gracias por todo lo enseñado Rubén, hasta siempre maestro.












Bibliografía

Cobey, Stephen (2002). Motivación, la visión de Cobey. Expo Management gestión de negocios, 30-31.
Hunstman, Jon M. (2005). Los ganadores nunca mienten. (pp. 1-6). Wharton School Publishing.
Autor: Héctor Alberto Aguirre Palavicini.
Último grado académico: Licenciatura.
Institución: Universidad Juárez Autónoma de Tabasco.
Actividad actual: Docente de la Universidad Autónoma de Guadalajara Campus Tabasco.
Dirección de correo electrónico: hectoragu79@hotmail.com

¿A CASO EXISTE UN BUEN LIDER EN LA IMPLANTACION GENERAL DEL NUEVO PROGRAMA DE EDUCACION PREESCOLAR POR LILIANA ALVARADO HDEZ

¿A CASO EXISTE UN BUEN LIDER EN LA IMPLANTACION GENERAL DEL
NUEVO PROGRAMA DE EDUCACION PREESCOLAR?


La educación preescolar ha ido evolucionando con la finalidad de que las educadoras cuenten con herramientas conceptuales y de carácter practico que les permitan comprender con mayor profundidad los programas que se han implementado en México, donde reflexionen sobre su práctica docente e identifiquen los cambios que deben realizar para favorecer las potencialidades y competencias de los alumnos.

A continuación les explicare brevemente algunos programas que se han llevado ala práctica docente de preescolar:

En el programa de 1942 el trabajo se centraba en las experiencias de párvulo a través de sus relaciones con el hogar, la comunidad y la de la naturaleza, a fin de capacitarlo para la vida misma. En el jardín de niño encontraría la continuación del hogar.

En el programa 1962 el trabajo se fundamentaba en los intereses, necesidades, desenvolvimiento biopsiquico y la adecuada conducción emotiva del niño, se planteaban trabajos sencillos para facilitar el paso de lo informal a lo formal.
El programa se consideraba de carácter global porque coordinaba las actividades “mentales, motrices y sociales, estaba organizado en cinco áreas de trabajo y en los siguientes centros de interés: el hogar, la comunidad y la naturaleza, además de las cuatro estaciones del año.

En el programa 1981 se adopto el enfoque psicogenetico donde se pretendía traducir y aplicar los hallazgos científicos de Jean Piaget sobre el desarrollo del pensamiento en los niños al campo de la educación y la didáctica.
Durante este periodo el pensamiento del niño recorre etapas que van desde un egocentrismo hasta de una forma de pensamiento que se va adaptando a los demás y ala realidad objetiva.

En el programa 1992 se basa en el respeto a las necesidades e intereses de los niños, así como a su capacidad de expresión y juego para favorecer su socialización son los principios que fundamentaron dicho programa.
Durante este periodo el niño es gracioso y tierno, tiene impulsos agresivos y violentos, es competitivo. Desde su nacimiento tiene impulsos sexuales, mediante el juego expresa pensamientos, impulsos y emociones.

Algunas Opiniones de Educadoras 2002 es importante que las educadoras sepan observar a los niños, sobre todo su nivel de madurez si sabe recortar, colorear, copiar su nombre, todo lo que les desarrolla su coordinación motriz fina y gruesa.
Algo importante que el niño aprenda a socializar, a compartir porque no saben nada cuando entran al jardín, por eso hay que hacer reglas que los niños aprendan a respetar.


De acuerdo a lo analizado podemos observar, reflexionar sobre cada uno de los programas que se han implementado en México, donde nos podemos cuestionar ¿realmente los lideres responsables de la Educación Preescolar han mejorado la Educación para nuestros niños?
En mi opinión personal, considero que cada una de la teorías que se han sustentado en cada uno de los programas educativos, cada uno busca expresar sus distintos enfoques metodológicos , es indudable que Jean Piaget, Vigosky y Pestalozzi han aportado conocimientos y descubrimientos en el desarrollo cognitivo y social, pero algo importante que debemos de tener en cuenta los lideres responsables de la subsecretaria de Educación Básica es que la gran mayoría de las pruebas, muestras, teorías aplicadas han sido con niños extranjeros y debemos estar concientes que son contextos culturales, sociales muy diferentes, simplemente el comparar una ciudad con un rancho hay muchas diferencias muy notables ahora si comparamos los países no existe tal comparación, por lo cual no se ha ejercido el ser un buen líder en todos los aspectos ya que que un buen líder exige mayor preocupación por el todo. Donde se preocupen realmente por una educación teórica y practica donde se fundamentan ambas partes entre si, ya que el líder no solo ha de servirse de lo existente (teorías que ya existen desde años en la educación) si no también debe forjar lo que podría y debería ser, ya que cada sistema educativo necesita servirse a si mismo, pero también mejorar y crecer, aunque hay que estar concientes que no todos los lideres son capaces de renovar los programas educativos.

Actualmente esta en la practica el programa 2004 el cual varias educadoras comentan que se les facilita el llevar a cabo la planeación, y donde el principal objetivo es que el alumno descubra su propio razonamiento por lo cual este programa se divide en: 6 campos formativos donde se busca favorecer habilidades en los alumnos.
Considero que para llevar a cabo este programa si se ha llevado más concientización en su elaboración ya que hasta la fecha se sigue analizando este programa en los cursos de actualización para docentes. Algo que considero importante es la participación de teóricos mexicanos que ya han estado participando y poniendo ala practica sus teorías en niños mexicanos.
¿Consideran que es necesario construir redes de responsabilidad que implique la participación de los líderes y subordinados para mejorar el sistema educativo en México?



ALUMNA: LILIANA ALVARADO HERNANDEZ.


BIOGRAFIA: 1.- CURSO DE FORMACION Y ACTUALIZACION PROFESIONAL PARA EL PERSONAL DOCENTE DE EDUCACION PREESCOLAR.

2.- PROGRAMA 2004.

3.- PREELECTIOS DE LIDERAZGO.